Los beneficios para la salud del jamón de bellota Ibérico

Los beneficios para la salud del jamón de bellota Ibérico

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Introducción:

El jamón ibérico de bellota es uno de los tesoros gastronómicos más valorados de España, conocido no solo por su exquisito sabor, sino también por sus supuestos beneficios para la salud. Sin embargo, en medio de la popularidad de este manjar, surgen una serie de mitos y realidades que merecen ser analizados. Este tipo de jamón proviene de cerdos ibéricos que se alimentan de bellotas en la dehesa, lo que les confiere características únicas tanto en su textura como en su perfil nutricional.

A menudo se le atribuyen propiedades beneficiosas, como su alto contenido en grasas saludables y antioxidantes, que podrían contribuir a una dieta equilibrada. Sin embargo, es fundamental separar la realidad de la ficción y entender cómo el consumo de jamón ibérico de bellota puede integrarse en un estilo de vida saludable. En este artículo, exploraremos sobre los beneficios para la salud de este delicioso manjar.


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Por qué comer jamón ibérico es bueno para la salud

Comer jamón ibérico es beneficioso para la salud, especialmente el jamón de bellota, que se elabora a partir de cerdos de la raza ibérica criados en libertad y alimentados con bellotas durante la montanera. Este tipo de jamón de bellota ibérico es reconocido por su excepcional sabor y calidad, siendo considerado el mejor jamón del mundo. El proceso de curación de al menos 36 meses realza su riqueza en nutrientes, además de tener una grasa saludable que puede beneficiar el corazón. Al comprar jamón ibérico, es fundamental buscar productos con denominación de origen, como el jamón pata negra, que garantiza autenticidad y calidad superior.

Es un antioxidante natural que ayuda en la generación de colesterol saludable gracias a su contenido de ácido oleico, además de ser rico en vitamina E. Por ejemplo, consumirlo junto con tomate o aceite de oliva virgen extra potencia sus efectos positivos.

La calidad de la grasa del jamón ibérico de bellota es sobresaliente, con un predominio del ácido oleico en su composición (superior al 50%), que es típico del aceite de oliva. Esto favorece la generación de HDL («colesterol bueno») en el cuerpo, al mismo tiempo que disminuye el LDL («colesterol malo»). Este fenómeno se debe a la gran cantidad de bellotas que el animal ingiere durante la montanera antes de ser sacrificado.

Consumir jamón es beneficioso, ya que es una excelente fuente de vitaminas del grupo B, en particular B1 y B2. Solo 100 gramos de jamón aportan el 24% de la ingesta diaria recomendada de estas vitaminas. Contiene un 50% más de proteínas que las carnes frescas. Su proceso de curación artesanal es completamente natural, lo que significa que el jamón no contiene ningún aditivo ajeno al cerdo. ¡Y lo más destacado es que no engorda! Es bajo en calorías, tiene menos grasa que el pollo y menos sodio que el jamón de york. Este alimento es ideal para dietas con bajo contenido calórico, ya que 50 gramos de jamón ibérico de bellota solo suman alrededor de 150 kilocalorías.

Es abundante en hierro, magnesio, zinc y calcio, pero especialmente en fósforo, proporcionando el 30% de la ingesta diaria recomendada.

Estudios que lo demuestran

Para disipar cualquier incertidumbre, Emilio Martínez de Victoria, profesor del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Granada, lo aclara de manera contundente. Resalta que la dieta a base de bellotas de los cerdos completamente ibéricos, junto con su actividad física en el campo, reduce el contenido de grasa en su carne. Esto implica que se puede disfrutar de ella de "dos a tres veces" por semana, ya que también es rica en vitaminas y minerales.

Uno de los estudios más significativos realizados sobre los beneficios del jamón ibérico de bellota fue llevado a cabo en 2015, bajo la dirección de José Sabán, profesor de Medicina en la Universidad de Alcalá, y contó con el apoyo del hospital Ramón y Cajal en Madrid. Los resultados fueron claros. Se destacó que el consumo de 50 gramos al día de jamón ibérico de bellota contribuye a disminuir la presión arterial y, por ende, mejora la circulación sanguínea. 

Para desmentir el mito urbano que afirma que el jamón provoca aumento de peso, se comprobó que las cien personas que formaron parte del estudio no habían incrementado su peso al consumir este producto diariamente.Esta es la opinión de los especialistas, en la que hay poco lugar para la duda. En realidad, no se trata solo de su punto de vista, sino de las conclusiones científicas de investigaciones realizadas con todas las garantías.

Si hemos decidido iniciar un cambio hacia una alimentación más saludable que nos ayude a perder peso, el jamón ibérico de bellota no solo es compatible con ello, sino que es recomendable que forme parte de nuestra dieta. No hay lugar para la culpa ni el arrepentimiento. Abramos nuestros brazos al producto que más nos representa, debe ser siempre cien por cien ibérico y alimentado con bellota.

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Conclusión

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